ALBERTO RIVERA, AL DESNUDO
"La política no me interesa nada; lo único que me pasa con ella, es que me repele" (Pío Baroja)
Si no fuera consciente de que esto nunca ha sido una democracia (esto es, un sistema en el que el poder reside en el pueblo), sino una mezcla de inclinación a la cleptocracia, influencia plutocrática y oligarquía partidista, (irresponsable ante sus incautos votantes), con lo que está ocurriendo en estos días caliginosos y ardientes, (tanto en lo político como en lo incendiario) habría experimentado un impacto psicológico que hubiérame obligado a internarme en un frenopático, o a releerme las obras del teatro del absurdo, (Ionesco con su "Cantante calva" o Jarry con "Ubu Rey"), ante la imposibilidad de entender racionalmente el cúmulo de dislates que está generando la discusión y las presiones, para que un desacreditado Presidente de Gobierno en funciones, boicoteador de la anterior posibilidad de generar un ejecutivo PSOE - C's, se convierta en Presidente de Gobierno en efectivo.
Porque no se olvide - como en otras ocasiones he repetido - que es el jefe de un Partido estragado por la corrupción; desautorizado por los continuos escándalos que día sí y día también lo azotan (Martinez Pombo con los latrocinios del AVE y Cristina Cifuentes organizando un acto junto a un alcalde procesado, serían los "penúltimos"); implicado (el Partido) en dos autos judiciales, uno de ellos por la destrucción de los discos duros de los ordenadores de Bárcenas; artífice de la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores; culpable de la desigualdad más grande antes padecida; permisor de las constantes interferencias judiciales, (desde el "estoy convencido de que a la Infanta le irá bien", hasta las acusaciones de poco objetivos a determinados jueces, por parte de la vocinglera y vulgar pokemonista(1), Celia Villalobos, pasando por los lamentos sobre la "casualidad" de que muchos de sus escándalos se destapasen judicialmente en vísperas electorales); responsable de la adquisición de una carga deudora jamás igualada....y suma y sigue...¿Es a este Presidente al que Alberto Rivera piensa colocar al frente de la nación, por "el bien de España"?
No hay que olvidar que es este Rivera, el que, con anterioridad al mes de junio, por activa y por pasiva, había alardeado de que no contribuiría al sostenimiento de un Gobierno encabezado por este "candidato", y el que alardeaba constantemente de honradez y de no negociar con líderes en cuyas organizaciones existiera corrupción, presumiendo de traer a España la "regeneración democrática". El mismo Rivera que precisamente en esa línea, aunque ideológicamente no coincidieran, intentara en su momento configurar un Gobierno con Pedro Sánchez, gobierno que fue impedido precisamente por la misma persona a la que ahora va a posibilitar ser el jefe del suyo.
Lo surrealista de la actuación del personaje - ALBERTO RIVERA - prosigue con el hecho de que hace público que en la primera sesión de Investidura, su grupo va a votar NO a Rajoy, y en la segunda - cuarenta y ocho horas después- va a abstenerse para abrirle el camino a la Presidencia .(Cuando esto salga a la luz, incluso llega a plantearse votar sí a dicha Investidura) ¿Cómo puede asimilarse el hecho de que no pueda sino rechazar al candidato en una primera instancia, y poco después gire ciento ochenta grados, para facilitar su proclamación, si no, en un rizar el rizo de manera intolerable, prestarle su aprobación para la asunción celestial, a la misma persona a la que había afirmado no apoyar nunca jamás?
Pero es que además, se pliega a la prepotencia de un Rajoy que sigue manteniendo que ha ganado las elecciones aunque le falten más de cuarenta escaños para tener la mayoría absoluta; que no cesa de acusar a quienes no le apoyan, de obstaculizar la gobernación "de España"; que se permite arrogancias como las de no aceptar la propuesta de Investidura en febrero y la de aceptar la propuesta real en julio, condicionándola a tener suficientes apoyos, aunque ello choque con la Constitución; que no reconoce la gravedad de la corrupción en su partido ni la situación de desespero de parados y buscadores de empleo (hay jóvenes que trabajan sin cobrar con la esperanza de que la empresa, cuando lo crea oportuno, los contrate) ; que continúa con el señuelo de la recuperación económica - que no llega - ignorando los incumplimientos con la Eurobasura, las multas ¿perdonadas? y el despilfarro de sectores tan ligados al suyo, como los de los gastos - sangrantes -en verano, de un Senado cuya labor es inexistente.
La consciencia de lo contradictorio de su actitud - la de ALBERTO RIVERA - . con lo proclamado en sus campañas electorales, le lleva a intentar implicar al PSOE (presionado a su vez desde dentro por "personajes" que parecen estar representando "la noche de los muertos vivientes", totalmente amortizados, desprestigiados u olvidados para el común de los mortales), pretendiendo obligarle a aceptar el mismo "papelón" que va a representar él mismo, no siendo consciente de lo kafkiano de su forzamiento. ¿Por qué va a facilitar la investidura un PSOE, boicoteado en la suya por el mismo personaje que se postula en este momento para ser investido?
Las explicaciones que podrían dar luz a esta irracionalidad, podrían ser varias, alguna de ella expuesta por periodistas tanto en tertulias como en artículos: que tanto Rivera como Rajoy, se entienden porque son afines (aunque el primero lo niegue persistentemente); otra, más maquiavélica y por tanto más rebuscada y propia de mentes más alambicadas, sería la que considera que en la sesión de Investidura de Sánchez, Rivera pacta con él, para provocar su fracaso y por tanto lograr su neutralización mientras beneficia a un Rajoy que no se quema ni se arriesga a perder la Investidura, llegando virgen a las elecciones; pero, la que tiene más visos de verosimilitud, es la que contempla a un Rivera despavorido ente la posibilidad de unas terceras elecciones, en las que, ante su incoherencia, sus cambios de postura y su incapacidad para protagonizar un liderazgo consistente, puede quedarse sin votantes al haber quedado "al desnudo" frente a ellos.
(1) Hay una equivocación en lo que se refiere a la afición al Pokemon de Celia Villalobos.Quería referirme al Candy Crush según unos, o al Frozen Free Fall, según otros.El desconocimiento de tales juegos, es lo que me ha hecho equivocarme de inclinación. La confusión viene motivada por la reacción de la señora Villalobos, a una pregunta a la que responde si los periodistas no juegan al Pokemon. Pido disculpas.
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